29.6.17

Rescatan el pasado mirando al futuro

Alumnos y docentes de 4 año de la escuela primaria 29 de barrio Savio rescatan el pasado mirando al futuro. Hoy, en la Feria de ciencias, presentaron el resultado de su investigación sobre los inmigrantes y la industria vitivinícola de San Nicolás.


2.5.17

Adios, Orfilio


El domingo 30 de abril, a los 83 años, falleció Orfilio Cámpora. Era nieto de Francisco Pedro Cámpora, inmigrante genovés que llegó a la ciudad de San Nicolás de los Arroyos en el año 1885, a bordo del barco Perseo, proveniente de la localidad de Cheranesi, su pueblo natal. Desde chico Orfilio aprendió las tareas del campo, sobretodo el cultivo de la uva y la elaboración de vino. A través de la experiencia y la experimentación, logró elaborar un vino muy apreciado en la zona, producido con las uvas que su abuelo plantó a principios del siglo XX.  Hasta el día de su muerte vivió en la casa de campo construida por su abuelo, en calle San José al 850, donde jamás dejó de cultivar una gran huerta con la que abastecía de verduras a los comercios de la ciudad. Además de sus tareas en el campo, Orfilio se destacó como músico y cocinero. Tocaba con maestría el acordeón, con un repertoio compuesto mayormente de música italiana. Como cocinero se especializaba en comida genovesa, sobre todo en sus aclamados "panzoti" con los que deleitaba a sus familiares y amigos. En todo lo que hacía estaba presente su ascendencia genovesa, por eso jamás dejó de hablar el dialecto xeneise, que aprendió de su abuelo. Con su primo, Duilio Cámpora, fueron amigos inseparables y compartieron juntos cientos de actividades. Fue un gran colaborador en el proyeto para rescatar la historia de la vitivinicultura de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos aportando datos, fotografías, anécdotas e integrando la comisión de la Asociación amigos de la vitivinicultura nicoleña. Hoy lo recordamos con un gran cariño y sus enseñanzas nos guiarán por siempre. Sobre todo a quienes cultivamos uva nos legó una variedad todavía no catalogada, que en su honor bautizamos Orfilio, y que él cultivaba como parral en el jardín de su casa, para sombra y sosiego de los pájaros. Con esa uva elaboramos un vino tinto, de color profundo y aroma penetrante, raro de lograr en estos climas húmedos; vino con el que logrará perpetuar su presencia en cada asado con amigos.

12.2.17

La ciudad recuerda a cuatro pioneros de la vitivinicultura nicoleña: asignan nombres de bodegueros a calles de barrio Ponce de León

Autor: Leandro Madeo, para diario El Norte 

Las calles peatonales 1, 2, 3 y 4 del barrio Ponce de León, en la zona sur de la ciudad, ahora serán designadas con los nombres de cuatro pioneros de la vitivinicultura nicoleña: Carlos Cámpora, José Ponte, José Lagostena y Miguel Nozzi. El proyecto fue aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante.




 

A instancias de un proyecto de ordenanza elevado por el Departamento Ejecutivo Municipal y con la colaboración de la Asociación Amigos de la Historia del Vino Nicoleño, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el cambio de nombres para calles del barrio Ponte de León. Cuatro calles que hasta ahora se venían denominado Peatonal Uno, Dos, Tres y Cuatro, ahora llevan el nombre de inmigrantes italianos (tres de ellos genoveses, el restante napolitano) que fueron pioneros en la elaboración de vinos y el cultivo de viñedos en nuestra ciudad.
Ellos son los genoveses Carlos Cámpora, José Ponte y José Lagostena, y el napolitano Miguel Nozzi. Siguiendo los datos apuntados por el periodista Walter Alvarez en su libro «El vino nicoleño: cien años de vitivinicultura en San Nicolás», los cuatro llegaron a la ciudad de San Nicolás de los Arroyos a mediados del siglo XIX. Colonizaron la zona rural, que hasta ese momento permanecía inhóspita y, junto a otros inmigrantes, generaron una industria vitivinícola que perduró 100 años y que llegó a extenderse en 1200 hectáreas y producir más de once millones de litros de vino al año.
El cambio de nomenclatura sancionado por los concejales se dio tras un proceso que había iniciado cuando la comisión vecinal de Ponce de León solicitó al municipio la instauración de nombres a sus cuatro calles peatonales de ese barrio. Después apareció la iniciativa de homenajear a los bodegueros y llegó la colaboración de la Asociación Amigos de la Historia del Vino Nicoleño. Así se daba forma definitiva a un proyecto que buscaba sostener en la memoria colectiva los nombres de los patriarcas y pioneros de la vitivinicultura nicoleña.
Los pioneros
Carlos Cámpora nació el 23 de agosto de 1846 en Santo Stefano di Lárvego, pueblo perteneciente a la comuna de Campomorone, en Génova. Emigró a San Nicolás de los Arroyos en 1868. En 1886 fue enviado a Uruguay por sus colegas bodegueros para investigar el desarrollo de los viñedos. Trajo pies de injertos y variedades a partir de los cuales luego se desarrollaron los viñedos nicoleños. Su quinta se llamaba «San José» y estaba ubicada en avenida Savio al 800.
José Ponte nació en Campo Lígure y emigró en 1859. Tuvo la bodega más grande de la ciudad, en la que sus descendientes llegaron a producir más de dos millones y medio de litros por año. Su nieto, Héctor, introdujo desde Mendoza la variedad Refosco, que le agregaba graduación alcohólica y color a los vinos de quinta, elaborados en su mayoría con la variedad Pinot Gris.
José Lagostena nació en Galanetto. Llegó en 1865 y se afincó en la zona oeste de la ciudad, aproximadamente en Cavalli al 1100. Construyó una bodega de setecientos mil litros de capacidad.
Miguel Nozzi nació en la región de Nápoles y llegó alrededor de 1890. Su bodega estaba ubicada en avenida Savio al 1000. Su nieto, Osvaldo, elaboró vino hasta la década de 1970.
La historia de los inmigrantes italianos que se dedicaron a la elaboración de vino permaneció olvidada desde finales de la década de 1980, cuando cerró la última bodega, hasta el año 2005 cuando se creó la Asociación del Vino Nicoleño y se editó el libro «Cien años de vitivinicultura en San Nicolás», que relata la vida de los inmigrantes comenzando por sus padres, en Italia, hasta el destino de sus hijos y nietos ya afincados en San Nicolás.
La Asociación del Vino Nicoleño se creó con el fin de mantener viva esa memoria y para ello editó folletos y videos, brindó charlas, especialmente en escuelas, realizó visitas guiadas a viejas bodegas, creó un Museo del Vino e intervino en la declaración de Bien Patrimonial de la vieja Bodega Cooperativa. Sin embargo la propuesta de nombrar con los apellidos de los bodegueros a las calles de un barrio es superadora, ya que no proviene de la Asociación, sino de la Comisión Vecinal del barrio Ponce de León, lo cual indica que la historia de la vitivinicultura local comienza a ser parte de la memoria cotidiana de los nicoleños.
(Fuente de datos históricos
«Cien años de vitivinicultura en
San Nicolás», de Walter Alvarez)